¿Por qué leer Epitafio para los días asesinados, de Enrique Tallo?

Libro Epitafio para los días asesinados, de Enrique Tallo

Mi primer libro, Epitafio para los días asesinados, es un poemario que nace de mi irreductible amor por la poesía. Un amor que en la época en la que lo escribí rayaba la obsesión. Y es que este libro no se entiende sin la admiración total a la obra de Baudelaire, de Rimbaud, de Panero… en fin, de infinidad de poetas que a lo largo de la historia dejaron su inconfundible huella.

Pero hay algo a tener en cuenta, y es que el que haya nombrado a estos tres tótems no es casual. Su influencia en el libro es evidente, aunque sin llegar a convertirse en una burda copia.

Creo adivinar en Epitafio para los días asesinados un estilo personal. Una manera de escribir que está marcada por la propia experiencia y por la propia búsqueda de nuevas formas literarias. Tal vez la mayor influencia de estos autores se deba a que con ellos aprendí y comprendí que se puede tratar cualquier tema, que la única norma es la libertad (tanto estilística como temática), que la poesía verdadera es la poesía valiente que es capaz de mirar adentro del alma para vaciarla y transformar los desechos en arte.

Las innumerables críticas que en el libro se vierten a las formas sociales, a las costumbres, a las actitudes y a la hipocresía reinante, no deja de ser una mirada al propio poeta, pues los demás, y esto lo aprendí con posterioridad, son el reflejo de uno mismo. Pero esto no deja de ser una anécdota, ya que lo importante es que los poemas de Epitafio para los días asesinados son una visión personal que por muchos es compartida, pero que no está permitido expresarla. Una crítica corrosiva que en aquellos tiempos poco se estilaba ya entre los poetas, y que hoy en día es minoritaria por no decir casi inexistente. Y sin embargo creo que es necesaria. Hoy más que nunca. Los tiempos así lo demandan. Por eso creo que hoy sigue siendo un libro que, por sus mensajes, tiene validez.

Así, instituciones como la escuela, la familia, la patria, la guerra, la religión y sus representantes, la monarquía o los ejércitos son criticados con dureza, sin pelos en la lengua y con evidente sorna. Pero también se indaga en los sentimientos, por indeseados que sean, sin ocultarlos, lo cual al final produce un efecto liberador y, por ende, curativo.

Epitafio para los días asesinados es, por tanto, un libro que, a pesar de haber sido escrito hace 20 años, resiste aún el paso del tiempo. Y es que sus poemas conservan la frescura y la actualidad que tenían cuando nacieron y fueron editados por primera vez.